Al final, todos nos dejamos guiar por los prejuicios o juicios precipitados, probablemente sea mucho más cómodo colgarle una etiqueta a alguien que tomarse la molestia de conocerle más a fondo. Lo que ocurre es que a veces esas etiquetas acaban pesando como una losa y no hay manera de quitarselas de encima,(ya se sabe, por una vez que maté a un gato, me llamaron matagatos), con lo que a veces te gustaría empezar de nuevo desde cero para poder cambiar una impresión, te gustaría gritar a los cuatro vientos que se equivocan, pero la realidad es que todo lo que hagas después tiene mucho menos efecto que lo del principio, y hay que aprender a vivir con las etiquetas que te van poniendo y que te toca ir arrastrando.
1 Comments:
no te pongas tu etiquetas
sorprendete tu a ti misma
besoos
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