Siempre he admirado a la gente que es capaz de describir cómo se siente con palabras, con esas palabras precisas, esas y no otras. Porque yo empiezo a aprender ahora y aún ando en pañales.

Asi que no se explicar bien lo de hoy. La felicidad de otros, si estos te importan, también puede ser la tuya de alguna manera, y también puede ser que te sirva de acicate, puede ser que viendo a los demás te convenzas de que quizás (casi) todo es una cuestión de actitud, y de tener algo que ofrecer, y de darse cuenta de las cosas en el momento en que pasan, y de aprender de los errores, y de apostar por una misma, y etc, etc...y también, no hay que olvidarse de esto, de que las circunstancias se alien contigo, esa parte que tú no puedes controlar.

He decidido, de forma totalmente egoísta, lo reconozco, coger parte de la energía de otros (sin perjuicio para ellos, les sobra) para ponerme en marcha.