La vida sin guión

A veces me pasa que me gustaría tener un guión para ir por la vida, sí, pero no un guión que me escribieran, sino uno que escribiera yo misma. Me intentaré explicar, en mi cabeza hay demasiadas cosas, sin ordenar, cosas que me gustaría decir, pero de la manera apropiada, y resulta que al final estoy con alguien y siempre acabo con la sensación de que se me han quedado la mayoría de las cosas sin expresar y que prácticamente he balbuceado sin decir casi nada medianamente coherente. Por eso, qué bueno sería poder redactar a modo de guión todo eso que me ronda la cabeza y quiero decir, y después ser capaz de "interpretarlo", claro.

Y en otro orden de cosas, ha sido un buen fin de semana. Aunque a mi las multitudes me abruman, no quería perderme la famosa presentación, aunque a veces me sintiera fuera de lugar, aunque a veces no supiera hacia donde tirar. Yo hubiese preferido encuentros en grupos reducidos, y pasar mas tiempo con ciertas personas, pero me queda un buen sabor de boca de estos días y sobretodo me quedo con algunos detalles, que puede que quienes los tuvieron consideren que no tienen importancia, pero que yo agradezco de verdad.
Por otro lado, el mundo bloguero se ha unido con el mundo real y me he encontrado hablando con algunos amigos sobre el libro y su presentación, curioso, la verdad, curioso.