Pequeños placeres

A veces ves una situación en la que estás metida como si fuese una película, desde fuera, y te das cuenta de lo fuera de sitio que estás, de lo absurdas que son ciertas situaciones, de lo que te gustaría cambiar ciertas cosas...y pensaba escribir algo dandole vueltas a esto, pero esta tarde he salido, he dado una vuelta por la Gran Vía, mirando la ciudad con ojos de turista, después me he metido en el cine, he visto una buena película que ha hecho que me olvidara de la mía, he salido con esa rara sensación de salir del cine de día que siempre me choca, ya que estoy acostumbrada a salir de la sala oscura y encontrarme con la oscuridad de la noche, y hacerlo de día hace que tenga que guiñar los ojos hasta acostumbrarme de nuevo a la luz. He vuelto a enfilar la Gran Vía de nuevo mirando hacia arriba y el ambiente que se respiraba que no se describir, pero que a mí me agradaba, hasta coger el Metro de vuelta a casa. Y he pensado que me hubiera gustado hacerlo en compañía, sí, pero que estos pequeños placeres aunque sea en soledad también cuentan en el cómputo del disfrute de la vida.