Hay algunas palabras que nunca diremos

A veces por circunstancias de la vida te toca disfrutar de regalos inesperados, cosas que no te corresponderían en circunstancias normales, conocer a personas que distan mucho de tí, y no me refiero a la distancia geográfica,que en algunos casos también. Hay gente que aparece en tu vida en un momento determinado, no es importante si son meses o días, pero que resultan fundamentales justo en ese punto; eso es lo que a mí me ha pasado estos ultimos meses, casi un año, en realidad.
Poco importa que en este momento sepa que seguramente estarán de paso en mi vida, nunca se me ha dado bien retener a la gente a mi lado, bien sea por las circunstancias, por mi incapacidad, o porque así ha tenido que que ser. No hay que engañarse ni perder la perspectiva, tengo la sensación de haber estado viviendo de prestado este tiempo, de haber tenido un privilegio que probablemente no me correspondia y de no haberlo sabido aprovechar a fondo, pero, por suerte o por desgracia, tengo buena memoria, y me acuerdo de los detalles.
Y bueno, cuando recibo regalos, doy las gracias.

“En el fondo estamos solos
en un desierto de gente
pero hay que ser muy valiente,
apretar los dientes a la soledad.”
(Algunos hombres buenos-Los Rodríguez)

Es verdad que estamos solos, pero a veces hay gente que casi te hace olvidar que lo estás.