La espinita clavada
A veces no recuerdas que la tienes alojada, pero cada poco tiempo, cuando haces algún movimiento concreto, se te clava más y vuelves a sentir sino dolor, sí bastante molestia, y entonces te das cuenta de que efectivamente sigue ahí, aunque intentes hacer como si ya no estuviera. Puede que ya solo sea por orgullo, puede que haya algo más, pero ahí está.
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