En ocasiones me empequeñezco terriblemente. No lo puedo evitar, siento un pinchazo en el pecho que me recuerda que sigo siendo demasiado vulnerable, e intento pensar que no tiene importancia, que se pasará con el tiempo...pero me da miedo, me da miedo estar en tensión porque tema decepcionar, y me da miedo también terminar siendo arrollada.

Sí, Asturias maravillosa.
Sí, Ebrovisión muy chulo (en especial Love of lesbian, espectaculares)
Pero lo verdaderamente grande e importante ha sido estar contigo.

Ha sido una mañana inolvidable
como todas las que pasan en un parque.
¿No serás tú? ¿No serás tú?
Quizás no importa el sitio y eso está de más.
Si de todos mis delirios y mis cuentos
sólo el tuyo ha mejorado el argumento,
¿no serás tú?, ¿no serás tú?
Quizás no importa el tema y eso está de más.
Ahora me escondo y te observo y te puedo decir:
Yo mataré monstruos por ti,
sólo tienes que avisar.
(Un día en el parque. Love of Lesbian)

Yo estaba muy nerviosa, y muy tensa, como siempre que se me escapan las cosas de las manos, cuando siento que no controlo la situación, pero es que a veces no es necesario controlarlo todo, ¿no?

Un tercio de año ya, o según se mire, quizás sea más apropiado decir todavía.

TODAVIA

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría

palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo

tu regreso tiene tanto que ver contigo y conmigo que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto

nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa

sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía

pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro

y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido

y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.

(Mario Benedetti)

Tardé tanto tiempo en encontrarte,
habría salido a buscarte , mi vida,
por eso cada segundo es tan importante,
y no me duelen ya las heridas.
Que mezcla de orgullo y de miedo,
ser el dedo que te toca, el que te besa en la boca,
la vaina de tu cuchillo.
(De orgullo y de miedo. Andres Calamaro)

Preferiría que solo hubiese orgullo y no miedo. Pero parece que va adherido como una segunda piel a mí. A veces siento que soy demasiado hermética, que lo pongo demasiado difícil como para estar a mi lado y me considero una fuente de preocupaciones en vez de satisfacciones. Y entonces me entra una inseguridad, y un miedo horrible, un miedo que no sé cómo atajar.

Echo la vista atrás, a hace dos años, dos años y pico, y me doy cuenta de que si no hubiesen pasado ciertas cosas, si no hubiese conocido a ciertas personas, yo no estaría viviendo lo que tengo la suerte de disfrutar en estos momentos. Y es que para mí hay ciertos acontecimientos que están ligados, aunque pueda parecer que no. Y nunca podré agradecer lo suficiente a quienes contribuyeron a abrirme los ojos, y mostrarme una manera de afrontar la vida completamente diferente, sinceramente creo que algo aprendí de esas personas, y es seguro que ella no hubiese llegado a mi vida si no las hubiera conocido antes. Aunque solamente fuera por eso, siempre tendrán mi agradecimiento y mi aprecio, lo sepan o no, esa es otra cuestión.

La vida es injusta, no descubro nada nuevo. No es justo que una persona joven, llena de entusiasmo, tenga que dejar este mundo.
Nunca la tuve delante, nunca escuché su voz, pero eso da igual. No puedo enumerar todos los buenos ratos que me hizo pasar leyendo sus historias en el país de los personajes secundarios. Una vez le dejé un comentario diciendo que en lo que escribía nunca faltaba ni sobraba nada, y siempre me dejaba con la sonrisa en la cara. Y qué decir de esas selecciones musicales que generosamente compartía con quienes le leíamos, reflejo de ese carácter entusiasta que traspasaba la pantalla del ordenador.

Su blog no dejará de estar en mis favoritos, y periódicamente me pasaré a releer sus historias. Espero poder hacerlo con una sonrisa en la cara.

Generalmente cuando tienes la ocasión de pararte, es cuando te sueles dar cuenta de la dimensión de las cosas. Llevo una época en la que entre unas cosas y otras he ido muy deprisa, y sin tener tiempo apenas para reflexionar. Aunque la verdad, quizás ni siquiera haga falta hacer eso. Cuando ves las cosas tan claras, y resulta que no eres una persona que se caracterice precisamente por eso, ya indica suficientemente cómo está la situación. Aparte de que racionalizar sentimientos es bastante difícil. Puedes enumerar todo lo que te gusta de alguien, y de ahí sacar la conclusión lógica, pero no se acercará nunca a describir lo que sientes por esa persona.

Por otro lado, y viendo especialmente sucesos a mi alrededor, se saca una enseñanza, y es que siempre hay que aprovechar el momento actual, y saber valorar lo que se tiene. No dar nada por sentado, ni pensar que siempre estará allí porque todo un día puede cambiar y será solo en ese momento cuando nos demos cuenta de aquello que tuvimos la suerte de tener y ya no tenemos. Que no sea por falta de atención, ni de cuidado, ni de comunicación.

“lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción”
(J.Sabina)