Mi fin de semana

Aprovechando que seguramente nadie leerá esto,más que tal vez alguien despistado, haré un ejercicio de sinceridad,y comentaré las conclusiones a las que he llegado en este finde, en el que he tenido unas minivacaciones acompañada de dos personas increibles a las que no llego ni a la suela de los zapatos:

- Este blog nació como actividad terapeútica, y así como en las terapias, para que sean efectivas, hay que sacar las cosas fuera (creo yo, nunca he ido a terapia), especialmente aquellas que nos impiden sentirnos bien, es posible que sea una buena idea seguir con él, aunque me haga mostrar aquello de lo que no me siento nada orgullosa.
- Recibo siempre mucho más de lo que doy, y eso es profundamente injusto.
- Sigo estando mucho más cómoda observando que participando, y eso es malo, claramente.
- Parece ser que para encontrar el amor hay que trabajarselo mucho, ser parte muy activa, y buscar, que nadie va a venir a la puerta de casa; lo malo es que yo no soy detective para ir rastreando las huellas de la que pueda ser la persona que necesito.
- Debe de ser una época ésta un poco desesperada , para que alguien tan descreido como yo, toque un amuleto del amor pensando, quién sabe, no se pierde nada...
- He tenido su sombra planeando todo el fin de semana, y es que es dificil hacer equilibrios por el cable por el que me muevo.
- Y sobre todo, he llegado a la conclusión de que hay personas que tienen infinita paciencia conmigo y me tratan con un cariño que seguramente no merezco.

Punto y...

Como creo que ya he dicho por aquí, no se me da bien dar carpetazo a las cosas; además si algo he aprendido en la vida es que no conviene utilizar las palabras "siempre" y "nunca", porque las circunstancias pueden hacer que te tragues tus palabras. Así que me ahorraré expresiones del tipo "cierro el blog para siempre" o "nunca más volveré a escribir aqui", pero me temo que en este momento ya no estoy motivada, creo que ya está bien de hacer el imbécil, es demasiado, incluso para mí. No me gusta la parte que enseño aquí, no me gusta nada la persona que escribe el blog, y no soy tan ingenua de pensar que desaparecerá esa parte simplemente porque yo deje de escribir, por desgracia yo no puedo huir de mí, pero no quiero seguir exhibiendo mis miserias.

Gracias a quienes se han tomado la molestia de pasar por aquí alguna vez, hay comentarios que me han ayudado a subir el ánimo en determinados momentos. Algunas de esas comentaristas me conocen personalmente, y quiero pensar que hay una preocupación sincera por mí, y que no dejaré de tenerlas porque cierre el blog.

Hasta la vista

Las miradas que delatan

"Quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación"
Proverbio árabe

Hace varios años, cuando me enamoré de quien no debía,recuerdo que mi obsesión era no mirarla nunca directamente, tenía la sensación de que daría igual lo que yo dijese, lo que hiciese, que si la miraba, todo se iba a desmontar, y ella iba a leer perfectamente lo que yo sentía; afortunadamente, las circunstancias hacían que nos viesemos al aire libre casi siempre, y yo llevaba puestas mis gafas de sol.Quiero pensar que ella nunca se enteró.

Y aunque siempre he intentado tener presente eso, aún hoy, a veces olvido que mis ojos me delatan y, por mucho que me cueste definir la clase de sentimientos que tengo, o por mucho que me autoengañe sobre ellos, me temo que mi mirada explica mejor que nada lo que hay. Y no es que me avergüence (bueno, un poco sí, la verdad), es que creo que es tremendamente inapropiado y no quiero echar a perder lo poquito que tengo. Solo sé que quiero que forme parte de mi vida, como amiga (es a lo único a lo que puedo aspirar, y no es poco), asi que hay que ir haciendo progresos en la dirección adecuada.
Aunque ni siquiera sepa realmente lo que piensa de mí.Y aunque me de un poco de miedo saberlo.

Nos vamos de boda

Ayer un amigo, de los de verdad, de los de confianza, nos anunció que se casa en junio. No me entusiasman los actos sociales tipo bodas, bautizos y comuniones, pero esta es la segunda boda a la que me hace ilusión ir, después de la de mi hermano el año pasado. Es el primer amigo que se casa, ya que en mi grupo no hemos salido muy aficionados a esas cosas. Todos (menos yo, claro) tienen pareja estable y viven con ella pero lo del matrimonio parece que no entra en sus planes. Pero en los de este amigo sí,de hecho la noticia no ha sido una sorpresa, de alguna manera lo esperabamos ya.

Ayer estuvimos riendonos y haciendo planes para ese día, hacia tiempo que no nos juntabamos con esto de las vacaciones de cada cual y diversas historias, y me di cuenta de que a veces las cosas son tan sencillas, recuperé la sensación de refugio, de pertenecer a un sitio, y de que esa gente me quiere porque sí,que están ahí, aunque a veces me agobie y tema perderlos.