La vida es injusta, no descubro nada nuevo. No es justo que una persona joven, llena de entusiasmo, tenga que dejar este mundo.
Nunca la tuve delante, nunca escuché su voz, pero eso da igual. No puedo enumerar todos los buenos ratos que me hizo pasar leyendo sus historias en el país de los personajes secundarios. Una vez le dejé un comentario diciendo que en lo que escribía nunca faltaba ni sobraba nada, y siempre me dejaba con la sonrisa en la cara. Y qué decir de esas selecciones musicales que generosamente compartía con quienes le leíamos, reflejo de ese carácter entusiasta que traspasaba la pantalla del ordenador.
Su blog no dejará de estar en mis favoritos, y periódicamente me pasaré a releer sus historias. Espero poder hacerlo con una sonrisa en la cara.