No es que antes todo fuera negro y ahora sea blanco. No se puede hacer una lectura tan simplista. Pero es verdad que todo es distinto ahora. Podría describir los hechos, pero no las sensaciones, desde luego yo no soy capaz, me quedaría muy corta.
No diré que ya no tengo miedo, porque sería mentir, pero he comprobado que algunos de mis miedos son tan absurdos, tan infantiles, que me los puede desmontar con cierta facilidad alguien con voluntad y paciencia para hacerlo. Ahora mismo solo quiero disfrutar lo que estoy viviendo cada minuto y hacer todo lo que esté en mi mano para merecer lo que estoy recibiendo.